viernes, 1 de mayo de 2009

El entretenimiento en tiempos de influenza

¿Qué hacer en casa en estos días de encierro forzoso? ¿En qué entretenerse, divertirse y aprender en este prolongado fin de semana sin bares, sin antros, sin conciertos, sin espectáculos masivos, sin cines?

Las autoridades nos aconsejan estar con la familia, conversar con los hijos, explicarle a los pequeños del hogar qué sucede, porqué estamos en casa todo el tiempo, porqué no podemos salir, etcétera.

Pero esto nos puede entretener dos días a lo mucho, después de eso los propios hijos van a pedir time y algo más habrá que hacer.

Van unas sugerencias para sobrellevar estos días extraños.

Leer. La lectura es una disfrutable manera de entretenerse y que se suele hacer solo. Una lectura esmerada exige toda la concentración, un lugar cómodo dónde reposar y dónde poner el libro, iluminación adecuada y una música suave suele ser una buena compañía. O habrá quien guste del silencio total.

Libros hay para todos los gustos: novelas policíacas, ficción, dramas, comedias, hasta los textos de autoayuda, todo es recomendable siempre y cuando disfrutemos su lectura. De qué vale sentarse a leer al maestro José Saramago o Milan Kundera, si a las dos páginas empezamos a cabecear.

Uno debe leer lo que va a disfrutar. Así sea Carlos Cuauhtémoc Sánchez o las obras maestras de la Tigresa, Irma Serrano.

En todo caso sugiero probar con varios libros, dejarse seducir por ellos leyendo sus primeras páginas y probablemente alguno de ellos nos llame a terminarlo.

También creo que no nos dejemos llevar por las apariencias (una vieja portada, unas páginas amarillentas, etcétera), o por las referencias de otros o por prejuicios. A lo mejor hay en algún rincón de tu casa una vieja edición del Quijote de la Mancha (o de la Biblia, o de los 20 poemas de amor de Neruda o los versos de Sor Juana o Amado Nervo), que tu has visto por años en el mismo lugar pero que por una u otra razón jamás te has brindado la oportunidad de abrirlo y conocerlo. Esta puede ser una magnífica ocasión para hacerlo.

Ver. Nada se compara como ver una excelente película en una sala de cine repleta de gente, comiendo las indispensables palomitas, tomando el refresco o ya en pleno lujo, tomando un buen trago de whisky.

Pero no es la única manera de ver y disfrutar una película.

Tal vez tirado en la cama o, reposando en el sillón de tu casa, con el control remoto en la mano, puedas (igualmente con palomitas, refresco o whisky al alcance), conocer a un nuevo cineasta, entender la manera de ver el cine de los iraníes o iraquíes, recordar algo de tu pasado mirando este u otro filme.

Los modernos dvd’s que se alquilan en los blockbusters o en cualquier otro videoclub, suelen tener aún en las viejas películas muchas veces vistas, el plus de ofrecernos entrevistas con actores y cineastas, imágenes de atrás de cámara.

Porqué no darse en este tiempo la oportunidad de conocer nuevo cine de algún país lejano y remoto, o de reconciliarse con los filmes mexicanos, o de volver a ver algo que disfrutamos en el pasado o que no lo hicimos pero ahora con los años, a lo mejor ya lo podemos hacer.

Escuchar. La música es la compañera fiel de todos aquellos que disfrutamos del arte y sus expresiones. Todos tenemos discos y piezas preferidas, grupos, autores y voces que nos dicen algo o mucho.

¿Pero de verdad ya sabemos escuchar y disfrutar la música?

Les propongo una cosa. Hagan este ejercicio:

Yo creo que escuchar un disco, es como leer un libro, poniéndole toda la atención. Debe uno sentarse cómodamente, tener una iluminación adecuada, escuchar la música pieza a pieza, con la portada en la mano, analizar la letra (si la tiene y la incluye), leer y repasar el nombres de los músicos, tratar de escuchar los instrumentos que se usan y cómo los usan, leer al detalle dónde se grabó y cuándo, a quién se lo dedica el autor, etcétera.

Puede ser que hayan escuchado una y otra vez su música preferida, pero hacerlo con este detalle, créanme, es una experiencia nueva y disfrutable.

Ahora tenemos la magia del dvd. Podemos ver y escuchar. Es otra experiencia y además y al igual que la música y el cine, se puede hacer sólo y si es acompañado, pues puede hacer hasta mejor.

Enciérrense pues, dejen que la influenza humana pase de largo, que las horas transcurran con parsimonia y siéntense a leer, ver cine o escuchar música.

Algo bueno nos debe dejar las vivencias que tendremos que pasar en estos días extraños. (elpuentedigital.com)

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