miércoles, 29 de julio de 2009

Los hombres del presidente


Un verdadero y exitoso líder en cualquier ámbito del quehacer humano, no es el que sabe hacer todo de todo.
(No hay un ser humano capaz de tener la sapiencia y la experiencia suficiente como para entender y saber de todo lo que implica realizar cualquier tarea, ya que todo implica por fuerza trabajo en equipo. Y el trabajo en equipo requiere un liderazgo.)
Un verdadero y exitoso líder si quiere rendir frutos y tener éxito, tiene que rodearse de los mejores, de los que más sepan de todos y cada uno de los aspectos de la tarea que tiene bajo su responsabilidad.
Un verdadero y exitoso líder si quiere estar en una dinámica de mejora, debe saber escuchar a la gente más cercana de su equipo.
Y la gente más cercana de su equipo debe saber expresar su desacuerdo con el líder. Porque siendo expertos en sus áreas, saben más que el propio líder, cuya misión es tener una visión panorámica y más amplia que el experto en su área, ya que su responsabilidad incluye ese ámbito en cuestión y muchos otros más.
Un líder que solo quiere escuchar a aquellos de su equipo que le dicen que sí a todo, que es incapaz de escuchar a aquellos que le dicen no o que están en desacuerdo con lo que dice, estará pronto en problemas y difícilmente será capaz de construir un buen trabajo en equipo y dar resultados.
El mejor grupo que puede tener un líder exitoso y que aspire a mejorar, no es aquel que siempre está dispuesto a seguirle la corriente, sino aquel que entendiendo el objetivo del colectivo, sabe decirle a su líder que no, sabe externar su desacuerdo.
Así pues, al asumir la grandísima responsabilidad de liderar a un equipo, a un grupo, a una empresa, a una región o a un país, lo primero que se tiene que hacer es rodearse de gente que sepa más, que entienda más y sobre todo que entienda que lo más importante son los resultados que se puedan dar con ese trabajo en equipo.
Y esto vale para todo.
Todo este rollo, que puede ser una perogrullada, es necesario recordarlo porque es una tentación muy grande la de ser líder y obnubilarse por ese poder, creerse todopoderoso desde esa posición y pensar que el liderazgo es una especia de don divino, que los pone a salvo del error y la tontería.
Y pienso en el presidente de la república, Felipe Calderón, su grupo cercano y la disputa por la dirigencia del Partido Acción Nacional.
Es claro que el presidente ha privilegiado la amistad, la cercanía y la fidelidad, al momento de elegir a su equipo de trabajo, antes que la capacidad y el conocimiento de las áreas en las que asigna a sus cercanos.
Es claro que en el complicado ámbito político, hay que buscar la identificación personal, la lealtad y la confianza. El tema es como hacer que esto no entre en conflicto con la capacidad y el conocimiento.
La permanencia por ejemplo del académico y politólogo, Juan Molinar Horcasitas, primero en el IMSS y actualmente en la SCT, es la clara muestra de que lo más importante es la cercanía con el mandatario, aunque el personaje en cuestión no tenga experiencia alguna en esas importantísimas responsabilidades.
Ernesto Cordero en la Sedesol, Alonso Lujambio en la SEP, Gerardo Ruiz Mateos en la Secretaría de Economía, Alberto Cárdenas en Sagarpa, Bernardo de la Garza en la Codeme, son sólo algunos de los funcionario de la presidencia que han sido cuestionados por sus malos resultados o por su nula experiencia en los cargos para los que han sido designados.
Ahora el mandatario mexicano se ha empeñado en colocar a su exsecretario particular, César Nava, al frente del PAN nacional. Y si bien su partido no es parte de la administración federal, es obvio que forma parte vital del área de influencia que le permite conducir al país.
Es normal que en un régimen presidencialista sea necesario mantener cercano al partido del gobierno.
Antes el propio mandatario había colocado ahí a Germán Martínez, quien luego del desastre electoral del 5 de julio, tuvo que dejar el cargo.
Tanto Nava como Martínez, son parte de la gente más cercana del presidente, no de ahora, sino de hace ya muchos años. Son sus alumnos en el panismo, pues.
El problema -creo yo- no es que quiera poner a gente cercana a él en todos esos cargos básicos para su gestión y para la conducción del país.
Sino que esos personajes además de serle gente fiel y cercana, sean incapaces de decirle que no y que por eso los quiere ahí.
Y que por su juventud o por sus perfiles, carezcan de la experiencia necesaria para ejercer sus cargos.
El problema sería que Felipe Calderón se haya obnubilado por el poder presidencial, y que no tenga a un equipo de gente preparada y experta, sino más bien a un grupo de colaboradores incapaces de decirle que no.
Eso sería desastroso no sólo para su partido, sino para el país.

Guerra sucia



Mientras el PAN poblano vive una aparente calma luego del desastroso resultado del pasado 5 de julio, el triunfante priismo sigue resuelto a seguir abaratando su aplastante triunfo, con una serie de enfrentamientos internos que ya toma visos de guerra sucia.
Al arrancar esta semana le toca a la presidente municipal Blanca Alcalá Ruiz, de quien circula un video en youtube en el que se le señala como responsable directa del fallecimiento de una menor por la caída de un viejo árbol en el zócalo, el mismo día de la jornada electoral.
Utilizando un capítulo de la famosa serie “Mujeres asesinas”, doblándoles la voz a los personajes y utilizando un lenguaje por demás soez y bajo, se utiliza este programa de televisión para defenestrar de manera ruin y sin fundamento a la presidenta municipal.
Lo que extraña es el ataque furibundo y la saña en contra de la alcaldesa. El video muestra una convicción de agredir con desmesura con visos de una rabia poco usual en otros videos dedicados a otros políticos.
De más está señalar también la mala leche al elegir el tema con el que se ataca. La muerte de esa pequeña es una tragedia por si misma, es un hecho que enlutó a hogares poblanos y que su utilización me parece no solo falto de ética, sino hasta contraproducente.
Es una manera de lucrar políticamente con una tragedia, es un actitud obvia que difícilmente podrá pasar desapercibida por la ciudadanía poblana.
Y es que véasele de donde se vea, difícilmente la presidenta municipal puede tener responsabilidad directa alguna en la tragedia sucedida en el zócalo el 5 de julio.
Es como si al jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard se le señalara como responsable de las muertes del “News Devine” el año pasado, o que el presidente Calderón sea responsable por negligencia en el doloroso caso del incendio en la guardería del IMSS en Sonora.
La alcaldesa tiene un numeroso equipo de trabajo que le rinde cuentas a ella, pero que cada uno de ellos a su vez tiene una serie de jefes en cada una de las más variadas áreas de responsabilidad, que a su vez conducen el trabajo de decenas de operadores que se encargan directamente de labores para bien de la ciudad.
El hecho de que en alguna de esas áreas se presenten posibles actos de negligencia o impericia que ocasionen daños irreparables como el que se menciona, es responsabilidad directa de los jefes y operativos del área correspondiente.
O en todo caso, tiene que ser una investigación legal la que determine en qué nivel de decisión estuvo el error o la negligencia para fincar responsabilidades.
En el caso de la desgracia señalada, en el ayuntamiento de Puebla ya hay funcionarios cesados y algunos más en investigación.
Por lo anterior ésta “video guerra sucia” contra Blanca Alcalá se antoja gratuita y de baja ralea.
La autoría de esta mala pieza que quiere ser crítica, aguda y original, pero que termina siendo un catálogo de lugares comunes y bajezas, difícilmente se puede encontrar fuera de las filas del propio priismo.
Fuego amigo”, pues.
En todo caso se puede entender que surja la crítica hacia la presidente municipal incluso desde las filas de su propio partido, puede ser hasta sano que haya voces que desde la ciudadanía reclamen más y mejores servicios, atención a peligrosos problemas, que le exijan a Alcalá una mejor gestión o que le encuentren graves defectos a su administración.
Pero el tono, la ruindad del tema, el lenguaje utilizado en este video, nos hablan de muy poca imaginación, escasa pasión crítica, y si mucha rabia y encono.
Luego de verlo, este video habla mucha más mal de quien lo hizo, que de la propia destinataria del denuesto.

PRI: ¿operación cicatriz?

Como se podía ir avizorando, el contundente avance priista en las elecciones del pasado 5 de junio, empieza a provocar discrepancias en el partido triunfador, tanto a nivel nacional como en el caso de Puebla.
Primero a nivel nacional. La intención de la dirigente priista Beatriz Paredes Rangel, de convertirse en la coordinadora de la poderosa bancada tricolor en la Cámara de Diputados sin dejar su posición directiva del priismo nacional, pronto encontró una férrea oposición de parte de varios líderes y personajes destacados de ese partido, quienes de inmediato convocaron a una encerrona tricolor para exigirle a la veterana política tlaxcalteca, que mejor se definiera: o era la coordinadora de los diputados priistas, o se quedaba en la dirección nacional de su partido.
Evidentemente las dos responsabilidades, sería demasiado poder concentrado en una sola persona, advirtieron sus opositores tricolores.
Paredes Rangel mantiene hasta esta fecha su indefinición ante esta encrucijada colocada por sus compañeros de partido y es la hora que no se pronuncia, esperando, tal vez, a que pasados los meses pueda quedarse no con las dos funciones, pero sí dejar a un personaje de sus confianzas sobre quien pueda influir, en algunos de los dos cargos.
Esto le daría una posición de privilegio para poder aspirar a convertirse en la primera mujer candidata del ex partidazo, enfrentándose con más fortaleza al nada más, pero nada menos que hasta hoy adelantadísimo aspirante priista, el aún gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Dicen los mal pensados que en Beatriz Paredes, existe la posibilidad de se pueda convertir en una especie de clon –seis años después- de Elba Esther Gordillo y llegar a ser interlocutora única y privilegiada de la relación PRI-Congreso con su amigo el presidente Felipe Calderón, como en su momento lo fue la líder moral del magisterio en su relación con el ex presidente Vicente Fox. Y con ello acumular un capital político y de negociación que le daría muchos puntos en la puja por la candidatura presidencial en el tricolor.
En Puebla, la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de exigir que se cumpla con lo establecido en las leyes federales y se realicen las elecciones del 2010 (donde se verá quién será el próximo gobernador, presidentes municipales y diputados del congreso local) no en el mes de noviembre, sino cuatro meses antes -en el mes de julio- ha puesto al priismo local en un ritmo de toma de decisiones que ha alborotado a los suspirantes del tricolor poblano.
En una inusual y extraña jugada política, el gobernador Mario Marín Torres en la semana que concluye, convocó a sendas comilonas a algunos personajes destacados e influyentes de la escena mediática poblana, para externarles su satisfacción por los excelentes resultados del pasado 5 de julio.
También y aprovechando el viaje, externó no sin ciertas florituras verbales y giros humorísticos, su clara afiliación hacia ciertos personajes de su administración -alumnos políticos suyos y quienes hoy detentan importantes y destacadísimos cargos públicos-, su clara preferencia por que sean los dos aspirantes suyos a ser candidatos a la gubernatura por el PRI en Puebla. Se trata de Javier López Zavala –a la sazón, secretario de Desarrollo Social- y Alejandro Armenta Mier, dirigente estatal del triunfante tricolor.
Además reconociendo que él –Mario Marín- a diferencia de sus predecesores cercanos, Manuel Bartlett y Melquíades Morales, sí podrá tener mano en el momento de elegir al candidato priista a sucederlo en el cargo. Es decir dando por hecho que él y nadie más será el “gran elector” para el año entrante.
Esto ha provocado irritación especialmente en tres personajes destacados del tricolor poblano: el ex edil Enrique Doger, el ex secretario de Salud y hermano del ex gobernador Melquíades, Jesús Morales Flores y del legislador federal Alberto Amador Leal, quienes con diferentes tonos y argumentos han censurado este virtual destape priista a la vieja usanza y el que de golpe y porrazo haya descartado las aspiraciones legítimas de ellos y otros suspirantes del tricolor.
El ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero, ha sido más drástico en sus comentarios y de plano ha declarado una virtual “guerra mediática” para exigir un proceso “democrático” y claro de elección interna en el PRI y pide enfáticamente que los aludidos por el mandatario poblano, renuncien ya para garantizar equidad en la contienda interna del tricolor.
Estas dos estampas de la política nacional y poblana, retratan de manera clara que -como se ha dicho en este espacio en las últimas entregas-, la gran victoria priista del pasado 5 de julio no garantiza que el tricolor las tenga todas consigo ni para el 2010 poblano, ni para el 2012 nacional.

miércoles, 15 de julio de 2009

El 2010


La esperada resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el proceso electoral del 2010 en Puebla le mete prisas a actores políticos y a muchos analistas y periodistas.

Los partidos que protagonizarán el suceso electoral del próximo año tienen escasos meses para seleccionar candidatos, plantear su juego, proponer temas y planear su estrategia.

Hay que recordar que se elige a gobernador, pero también al congreso local y a ediles de los 217 municipios.

Los analistas presurosos que aún se pelean por adjudicarse el crédito de quién fue el que mejor vaticinó y con más claridad el triunfo arrollador priista del pasado 5 de julio (incluidos los que sospechaban y anticipaban tenebrosos pactos en los retretes del poder político, entre la federación y los poderes de la entidad), ahora hacen fila para atisbar en las bolas de cristal del futuro político poblano el triunfo seguro del PRI del gobernador Mario Marín y de quien para todos sin excepción es su candidato, el actual secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala.

El llamado proyecto “Z” (designación que para fines de marketing político y por los tiempos que corren, no me parece muy políticamente correcto, pero en fin) parece avanzar presto hacia el reinado poblano de otros seis años.

(En el exceso, más de un priista triunfador atragantado por el festín del 16-0 tricolor, ya estaban promoviendo al gobernador Mario Marín para la grande-grande del 2012)

La borrachera triunfalista (con su contraparte: la cruda derrotista del PAN) del 5 de julio parece no terminar y obnubila no sólo a priistas y panistas, sino también a buena parte de la opinocracia poblana.

Ya dan por descartados a personajes muy destacados del priiismo y que no hace mucho presumían triunfos tan sonados como los que hoy se festejan: por ejemplo la actual presidente municipal de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz; y su antecesor, Enrique Doger. Por mencionar sólo dos.

Estos personajes del periodismo profetizador poblano, ven disminuidos y casi extintos a los panistas, incluso a su mejor “gallo”, el senador Rafael Moreno Valle.
Aseguran que lo que los anteriores mandatarios poblanos Manuel Bartlett y Melquíades, no pudieron hacer - seleccionar al candidato del tricolor a sucederlo-, Mario Marín lo podrá hacer sin dificultad.

Sin embargo, a pesar de la premura del siguiente proceso electoral, creo que aun falta mucho por ver. En este mundo global del siglo XXI, lo que pase a nivel nacional o en el mundo, también va afectar.

A nivel nacional el contundente avance priista va a verse exigido por su copioso electorado, que lo más seguro es que no vea mejorada su economía para dentro de un año. Antes al contrario, si bien nos va, será hasta finales del 2010 que podrá verse reflejado en el bolsillo ciudadano el fin de la crisis.

Puede ser de ayuda que la economía norteamericana entre a una pronta recuperación. Situación que aunque no sin fecha, puede ser antes de lo esperado.

La aprobación de la gestión de Felipe Calderón, basada en la lucha contra el crimen organizado puede mantenerse, pero a condición de que se noten avances de las fuerzas federales. Por desgracia la espiral de violencia no cesa y las bandas de sicarios armados hasta los dientes, siguen apareciendo a lo largo y ancho del territorio del país.

Así pues, a nivel interno y externo, entre los propios partidos y en las mismas entrañas del poder, pueden suceder muchas cosas, puede haber cambios ya previstos o forzados por las circunstancias.

En fin: aún falta que corra mucha agua bajo el puente.

Los daños de la guardería en Sonora


El único triunfo panista en las gubernaturas en disputa el pasado 5 de julio fue el de Sonora y como mucho se ha dicho, gran parte de este fue consecuencia de la tragedia en la guardería ABC.
Sin embargo valdría la pena analizar hasta qué punto los saldos negativos de esa tragedia también le pegaron a la administración panista federal.


Y es que es tan pésimo e insensible el manejo que el gobernador priista Eduardo Bours hizo del tema (cerrando con broche de oro recientemente con su afirmación luego de esta tragedia, de que él “duerme como un bebé”), como desastroso el estado en que se encuentra la administración del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) luego de 9 años de gestión panista al frente de la gestión federal.


Primero la selección de sus directores deja mucho que desear. Su anterior director, Juan Molinar Horcasitas, se marchó con escasa gloria para irse de titular de la SCT federal. El señor Molinar tiene una sólida trayectoria académica, electoral, pero para nada tenía experiencia en el sector salud y menos aún, en el de las comunicaciones que hoy detenta.


La encargada responsable de las guarderías del IMSS –Carla Rochín-, es una respetable señora con estudios truncos de diseño de interiores y con experiencia laboral como gerente de una taquería, además de su obvia militancia panista y su escasa carrera política en Guanajuato.


(Hay que añadir que la dirigencia nacional del PAN le dio una candidatura al jefe nacional del sindicato del IMSS –Valdemar Gutiérrez-, en contra de la oposición de muchos panistas quienes vieron en esto una afrenta a la tradición democrática blanquiazul y un guiño al viejo corporativismo que tanto daño le ha hecho y le sigue haciendo al país.)


La situación del IMSS reflejada en lo que pasa en la subrogación de las guarderías, con el personal que se selecciona para ser responsables de su buen funcionamiento, nos demuestra que el IMSS de las administraciones panistas, no está mejor que en las del PRI.


La tragedia de Sonora donde se involucran como víctimas mortales a menores y bebés, es la más grave que haya sucedido en el país, desde que se tiene memoria periodística. La indignación que despertó, impactó de manera contundente a todo el país.


La manera en que en días posteriores las autoridades estatales y federales se echaban al bolita para evadir su responsabilidad, es la muestra más patética de cinismo, incapacidad, ineficiencia y estulticia, que se haya visto en los últimos años (y mire amable lector, que hemos tenido muchas).

Luego, el listado de las personas propietarias de estas guarderías, en donde se aprecia que en muchas de las asignaciones de las famosas subrogaciones se siguió privilegiando el compadrazgo, el nepotismo, antes que la eficiencia y la calidad de servicio, simplemente sigue decepcionando a quienes pensamos que la alternancia en el poder ejecutivo federal nos daría mejores resultados.

Otro saldo negativo es el mismo hecho de que la dirigencia nacional del IMSS, tuvo que tardarse más de un mes en tener esta información que se antojaría por lógica, debería estar a la mano y abierta al público.

Eso sin mencionar la asignación de una guardería a una señora que aparte de ser hermana de un perseguido narcotraficante, es ella misma buscada por las autoridades de los Estados Unidos por lavado de dinero.

Simplemente eso demuestra que la administración de estos servicios en el IMSS está hecha un desastre.

Estas anomalías, vistas y entendidas a todo lo largo y ancho del país, debido a la justificable cobertura mediática, antes y después del proceso electoral, impactaron al gobierno de Tours, pero también sin duda impactaron de manera negativa en el voto a nivel nacional hacia el gobernante PAN.

jueves, 9 de julio de 2009

Saldos del 5 de julio

I
Es lugar común recordar esa vieja frase –inspirada en el cuento de Augusto Monterroso—que reza : “...y cuando desperté el dinosaurio aún estaba ahí…”, para referirse el eterno retorno del PRI.
Otro lugar común es hablar del “regreso del PRI”. La verdad sea dicha y sobre todo hablando de Puebla, el PRI nunca se ha ido, por lo tanto no puede regresar lo que nunca se fue.
Más bien el PRI permanece. Su espectacular avance electoral del domingo pasado lo confirma.
Al PRI le pasa lo que al Tri futbolero: cuando pierde una vez lo encaminan al panteón, lo sepultan, lo hunden; cuando gana una lo ensalzan, lo encumbran, lo llenan de elogios, le declaran la victoria eterna…
Sin embargo hay que reflexionar lo que significa que el partidazo esté en la cima. Ahora abandona el banquillo opositor (como tercera fuerza política nacional) desde el que vitupereaba y censuraba al gobierno en turno. Y tendrá la responsabilidad de cogobernar y decidir.
Y esa responsabilidad la tendrá que asumir muy pronto, en diciembre cuando decida y vote las leyes de egresos e ingresos. Ahí se verá en dónde y con cuántos recursos se va a disponer para hacer funcionar al país el próximo año.
Sobre ellos recaerá el peso de decidir de dónde se van a sacar los recursos ¿habrá recortes, habrá ooootra reforma fiscal, se recurrirá a la deuda externa?

II
Lo que está por verse es cuál PRI es el que ganó. Y cuál tricolor es el que va a gobernar en los estados y el que va legislar a nivel federal.
El PRI de Beatriz Paredes, con los restos que quedan en el tricolor del nacionalismo revolucionario, con su visión estatista y anti empresarial, más opuesta al neoliberalismo y que propugna por un “nuevo modelo económico” a nivel global –cualquiera cosa que esto signifique-.
O el PRI de Enrique Peña Nieto y el grupo Atlacomulco, más proclive a la participación privada en todos los sectores productivos, más emparentado con el duopolio televisivo, y con una visión económica en general más cercana a Acción Nacional.
Sabemos cuál PRI ganó, pero no sabemos cuál PRI ejercerá el poder.

III
¿El PRI apostará por la soberbia y se lanzará a boicotear al gobierno de Felipe Calderón?
Beatriz Paredes se ha visto recatada en el triunfo. Tal vez aprecia que este triunfo priista va a exigirle muchas cosas al tricolor y que debe cuidarse de que esta triunfo pueda parecerse más a aquel del 2003, que los llevó a dividirse internamente (Madrazo vs Elba Esther), que les dio fuerzas para oponerse en todo al gobierno de Fox, pero no les alcanzó para llegar fuertes al 2006.
Sin embargo otras actores priistas, muchos de ellos que también se sienten depositarios del liderazgo triunfante del PRI, como los diputados Emilio Gamboa y Cesar Duarte, ya empiezan a exigir cambios en el gabinete calderonista, como si su control total sobre el Poder legislativo no le sea suficiente, ya quieren incidir también en el Poder Ejecutivo.
Tendrán que decidir con claridad si quieren debilitar a un Poder Ejecutivo o quieren unirse a el para sacar al país adelante.
Si apuestan por lo primero mal harán, porque el 2012 lo tiene más cerca para el PRI y no querrán heredar una presidencia debilitada, gastada por la crisis económica y la lucha contra el crimen organizado.
Si apuestan por lo segundo, podrían colaborar a que llegue a buen fin el ciclo presidencial panista, que llegue una alternancia democrática que aleje del Poder Ejecutivo las tentaciones totalitarias (AMLO).
Sería un exceso decir que el PRI “se sacó la rifa del tigre”.
Pero si tiene sobre sus espaldas la gran responsabilidad de ayudar a que al país le vaya bien, aunque para ello tenga que irle bien al presidente Felipe Calderón. ¿Podrán lidiar con eso?

domingo, 5 de julio de 2009

¿Y después de la elección, qué?

Hoy se conocerá como quedará conformada la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y como se repartirán el pastel legislativo los ochos partidos nacionales.
Sabremos si el presidente Felipe Calderón podrá contar con un Poder Legislativo que le facilite la gobernabilidad o que se la complique.
Podremos avizorar el margen de maniobra de los partidos y sus posicionamientos ante el electorado con miras a la sucesión presidencial, tema que de seguro empezará a acaparar la agenda mediática el año entrante.
Y más allá de los sonados casos como la tragedia de la guardería de Hermosillo, de las presuntas negociaciones entre candidatos y narcos en Nuevo León, del predecible retorno de otra ola contagiosa de influenza tipo AH1N1, de la imparable racha de enfrentamientos entre las bandas del crimen organizado, temas que ya de suyo serían de quitar el sueño a todos los habitantes de nuestro país, hay una problemática estructural que atraviesa de una u otra manera estos y otros problemas más.
Y estos temas fundamentales apenas se mencionaron superficialmente en la campaña electoral que hoy concluye.
Uno de ellos es la previsible crisis de liquidez que enfrentarán los gobiernos federal, estatales y municipales, el año entrante. Todo esto consecuencia lógica de un año crítico para la economía nacional como ha sido el 2009.
Porque hoy estamos viviendo de la planeación y la recaudación del 2008, pero el 2010 se tendrá que enfrentar en base a lo sucedido en la economía de este pésimo año.
¿Cómo enfrentarán nuestros próximos diputados que hoy vamos a elegir, este reto al que tendrán que enfrentar al fin de año cuando se vote la ley de ingresos y egresos?
No lo sabemos. Es un enigma.
Sólo hay una cierta coincidencia en que ninguno de los partidos con grupos parlamentarios importantes van a asumir la responsabilidad política e histórica, de buscar una solución a fondo y de largo plazo, como sería una propuesta bien pensada para gravar medicamentos y alimentos con el IVA, buscar eliminar exenciones y en general, aligerar la pesada, compleja miscelánea fiscal que hoy agobia a la planta productiva y que sólo beneficia a la economía informal.
Ante esta negativa a hacer una reforma fiscal de largo plazo, sólo quedan dos opciones: el endeudamiento o la reducción drástica del gasto público. Cualquiera de las dos tendrá un alto costo.
El endeudamiento tiene la “ventaja” de que será un problema que no se verá en sus saldos muy negativos sino hasta mediano plazo y tendrá que solucionarse en el próximo sexenio.
La reducción del gasto público implicará reducción de nóminas y gastos operativos, que repercutirá en mayor o menor medida lo mismo a la alta burocracia que al personal de base y afectará temas tan sensibles como la seguridad pública, la salud, la educación y mucho del gasto de infraestructura.
Otro tema es la cada vez más grave problemática de las adicciones y asociado a esto, el tema de la lucha contra la violencia criminal (que se extiende cada vez más de manera indiscriminada por el territorio mexicano), que aunque sin duda si ocupó gran parte de la contienda electoral que hoy culmina, aún no se le ve fin ni mejora.
El PAN y el gobierno de Calderón, sólo han atinado a apostar por la persecución policiaca y la utilización creciente del ejército en este combate. Solución que para el caso del combate a las bandas criminales es sin duda necesaria, pero para el caso del problema de salud, es absolutamente insuficiente y errado.
El Poder legislativo ha dado tímidos pasos para buscar nuevos paradigmas y nuevas estrategias en la lucha contra este problema de salud. El Partido Social Demócrata ha sido el único que se ha aventurado -con mala fortuna por lo que dicen las encuestas-, a proponer la despenalización del consumo como un paso audaz hacia la racionalización de una lucha que hasta ahora y según las frías cifras, el estado va perdiendo ante la creciente ola de adicciones, principalmente entre jóvenes.
Estos son solo dos de los pendientes nacionales en los que al parecer después de las elecciones, quedaremos igual que como estábamos antes de ellas.

¡A las urnas!

Concluye por fin un proceso electoral sumamente desangelado y extraño.
La presencia de los candidatos en esta ocasión fue muy escasa (a diferencia de las elecciones de años anteriores), con poca de la publicidad tradicional en las calles, muy escasa y centralista la de los medios electrónicos (en radio y televisión sólo los espots hechos desde las dirigencias nacionales de los partidos con muy escasa participación de los candidatos del interior del país) y prácticamente nula en los medios impresos.
Un nuevo ingrediente en esta campaña ha sido la presencia creciente de la opción del voto nulo o “blanco” y las agrias y fuertes discusiones que ha provocado entre los actores políticos y la sociedad civil.
Al ser una elección intermedia se espera una participación muy escasa: no más del 40 por ciento de los electores, en el mejor de los casos.
Tal vez menos del 30% en un escenario más pesimista.
Las cartas están echadas. Los aspirantes ya dieron a conocer su imagen, sus muy escasas y por momentos descabelladas propuestas, los partidos políticos ya echaron mano de guerras limpias, sucias, encuestas y denuestos para pelear por obtener un buen resultado.
Es predecible con muy escasas excepciones el PRI y el PAN se posicionarán como primeras fuerzas a nivel nacional y en el estado de Puebla.
Es previsible que el PRD recupere su tercera posición nacional y no la segunda que ocupó transitoriamente luego de las elecciones de 2006.
PT y PVEM, es probable que vean incrementado su votación, debido a la virtual entronización de AMLO como jefe moral del primero; y a la exitosa y mañosa campaña mediática que el Verde mantiene desde hace meses y que le ha redituado en las preferencias, según las encuestas.
Los partidos minoritarios (PSD, Convergencia y Panal) buscarán mantenerse en el mínimo que la ley les exige para seguir recibiendo los subsidios del erario público.
Lo único que puede hacer de estas elecciones algo novedoso es la irrupción del voto nulo o “blanco”, como una expresión del descontento y la insatisfacción ciudadana con la vida política mexicana y en especial con los partidos.
Eso sería lo que podría hacer la diferencia, que hubiese una mejor afluencia de votantes de la que se espera y que el voto nulo crezca de manera destacable (que sea de un mínimo 8 o 10%).
Si bien el “voto blanco” no tendría una implicación directa u obligatoria sobre los partidos, si sería una expresión clarísima de que nuestro sistema democrático y electoral merece una nueva revisión.
(Además de que pondría en riesgo a los micro partidos -PSD, Convergencia y Panal- ya que su votación deberá incrementarse ante una mayor participación ciudadana).
Lo importante entonces es participar, ir a las urnas y votar.
Sea por el partido o candidato que nos parezca que merece nuestro sufragio.
O anulándolo si así se desea, pero es necesario ir a la casilla, formarse y sufragar.
Esa va a ser el mensaje más claro que la ciudadanía le puede enviar a nuestra desprestigiada clase política.
La participación activa de la ciudadanía en el acto más cívico de una sociedad democrática como es el acudir a las urnas, mostrará a los partidos políticos y a los funcionarios públicos de todo nivel, que la sociedad ya no está dispuesta a dejar todo el futuro de nuestro país en manos de líderes mediocres que velan en primera instancia por sus propios intereses, que no enseñan nada nuevo ni bueno y que la mayor parte de las ocasiones conducen los destinos de México, de espaldas a sus ciudadanos.

Futbol: México y EU

En los últimos meses la “comentocracia” deportiva mexicana se había deshecho en elogios a la selección española, sobre todo luego de su brillante triunfo en la Eurocopa 2008, donde venció en la final nada más pero nada menos que a Alemania por 1-0.
Comentaristas de uno y otro lado se quebraban la cabeza por encontrar los halagos justos a la selección española: “los mejores del mundo”, el mejor futbol de la historia”, “nadie los supera”, etcétera.
Ya varios les ceñían el trono del Torneo Confederaciones que ahora se lleva a cabo en Sudáfrica e incluso le adjudicaban de antemano el Campeonato del Mundo del año entrante a realizarse en ese mismo país africano.
Claro está que la racha de 15 juegos sin perder igualando un récord de la selección brasileña que logró España, fue apoyando esta racha de halagos sin fin.
Sin embargo –cosas del futbol y que por los cuales creo yo, es el deporte más maravilloso y popular del mundo- la selección española se enfrentó en esta semana a la selección de Estados Unidos, equipo de la Concacaf -región muy ninguneada por la “comentocracia” deportiva y a la que pertenece la selección de México- y en un partido muy bien planteado, la selección española fue derrotada por EU de manera clara y contundente, por 2-0 en las semifinales del Torneo Confederaciones en Sudáfrica.
La “comentocracia” deportiva se silenció. Se quedó pasmada. La noticia en los informativos deportivos nocturno de las cadenas nacionales de televisión, simplemente reportaron el hecho de manera escueta, unos cuantos calificativos positivos hacia el futbol de EU, expresiones de sorpresa y punto.
Esa vena crítica y hasta corrosiva que con tanto esmero dedican a la autoflagelación cuando México pierde contra algún equipo de su zona, desapareció al analizar este bueno y claro triunfo de Estados Unidos sobre la poderosa España.
¿Porqué esa actitud de parte de la prensa deportiva mexicana?
Si bien tenemos lazos históricos, económicos, culturales y hasta de sangre con España, también tenemos una provechosa vecindad con Estados Unidos a la que nos unen también lazos históricos, económicos, culturales y hasta de sangre (¿quién no tiene algún familiar viviendo en EU).
Y bien visto, la victoria de EU sobre España debería alegrarnos por el futbol de nuestra zona. Que un equipo de la menospreciada zona de Concacaf haya sido capaz no sólo de jugar de tú a tú con uno de los mejores equipos del mundo –sino que ¡el mejor!-, sino que haya sido lo suficientemente bueno como para ganarle con todos y sus estrellas, es algo que habla bien de nuestro futbol.
Qué bueno que España tenga una selección que marche a buen paso hacia el Mundial 2010.
Pero también qué mejor para México que EU, equipo con el que jugamos en nuestra zona, con el que tenemos vínculos futbolísticos, con quienes compartimos y competimos (y contra quienes vamos a jugar en agosto para buscar un lugar al Mundial de Sudáfrica), destaque de esa manera en torneos internacionales.
Si la selección de EU mejora, nos vemos obligados y motivados a mejorar.
Si España mejora en su futbol, sólo nos podemos alegrar y vitorearlos, pero difícilmente eso nos ayudará directamente a mejorar nuestro balompié.

Lucrar con la desgracia
La tragedia de la guardería Hermosillo, Sonora, ha desnudado de manera vergonzosa las miserias de nuestro país.
El enfrentamiento entre el gobierno de ese estado con el federal, por eludir su responsabilidad y echarse la pelotita uno al otro, es uno de los capítulos más tristes y míseros de la vida política y social mexicana, de los últimos años.
Pero también lo es, la manera en que algunos medios de comunicación han aprovechado para en nombre de la búsqueda de la indagación informativa, escudriñar en el sufrimiento de las familias de los niños muertos en esta tragedia.
La transmisión hasta la saciedad, de los lamentos, las quejas y los detalles del sufrimiento, creo yo, rebasa la necesidad informativa para entrar de lleno en la explotación del morbo para buscar la audiencia y los lectores.