martes, 23 de junio de 2009

La izquierda, perdida


La campaña esquizofrénica que viene desarrollando Andrés Manuel López Obrador a favor de tres partidos distintos en todo el país, tiene a la izquierda mexicana metida en un verdadero desgarriate.

Mientras en la televisión a través de espots apoya al Partido del Trabajo (instituto político que de seguro será su sede definitiva luego del 5 de julio), en sus giras ahora apoya al PT, mañana a Convergencia y pasado mañana al perredismo defeño.

Es decir un espectáculo kafkiano del que nada bueno puede salir. Nada bueno para la izquierda democrática e institucional, porque para López Obrador es claro que esto le conviene, a esa división y confusión política le apuesta, ya que prefiere quedarse con muchos menos votos que en el 2006 y contar con menos militantes y activistas, pero más incondicionales.

Es claro que el PT es su consentido. Es de mencionar que en sus inicios se rumoraba que el Partido del Trabajo era una creación de la familia Salinas de Gortari, especialmente de Raúl, quien en sus años mozos profesó una militancia en la izquierda maoísta.

Qué extraño ¿no? que el partido creado bajo la égida salinista en la presidencia de CSG, la ente política más odiada y el enemigo identificado por antonomasia del lopezobradorismo, sea el que se esté convirtiendo en el principal sustento y refugio político del caudillo tabasqueño.

Difícilmente AMLO y compañía podrá rebasar el carácter marginal que hoy tiene el PT en la escena política mexicana. Sin duda les hará crecer su votos y le logrará quitar muchos al PRD, pero difícilmente los pongo en una situación muy diferente al que ahora tiene el PT.

Por ello, López Obrador, inteligente, también apuesta a las posiciones que Convergencia le puede dar. También son pocos y difícilmente podrán superar también su carácter marginal.

Pero ya juntos PT y Convergencia, ya son un buen capital político, pequeño, pero con dinero suficiente para que AMLO pueda seguir su sueño presidencial con miras al 2012.

Si a esto se añade las candidaturas que el PRD gane (principalmente en el DF) y que el lopezobradorismo seguro reclamará para sí luego del 5 de julio por ser de candidatos de corrientes adeptas a él, nos da la cuenta de que la ración de votos que puede captar en estas próximas elecciones López Obrador, será nada desdeñable.

Y estos votos serán arrancados en su mayoría de los que ya no se irán al PRD.

Así pues es previsible que el panorama de la izquierda democrática cambiará sustancialmente luego del 5 de julio.

Ante eso se empieza a mencionar que Jesús Ortega prepara para después del proceso electora luego de ver las cifras de los resultados, ya la propuesta oficial de expulsión de López Obrador del PRD.

A su vez se rumora que será el propio AMLO quien se encargará de “mandar al diablo” a su partido y conformar una movimiento político que con el registro del PT o de Convergencia, empiece su camino hacia Los Pinos para el 2012.

Cualquiera de los dos escenarios es previsible.

En todo caso una vez más, se confirmará en este 2009 el viejo diagnóstico de la izquierda mexicana desde los tiempos universitarios: son pocos, pero bien divididos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario