domingo, 5 de julio de 2009

Futbol: México y EU

En los últimos meses la “comentocracia” deportiva mexicana se había deshecho en elogios a la selección española, sobre todo luego de su brillante triunfo en la Eurocopa 2008, donde venció en la final nada más pero nada menos que a Alemania por 1-0.
Comentaristas de uno y otro lado se quebraban la cabeza por encontrar los halagos justos a la selección española: “los mejores del mundo”, el mejor futbol de la historia”, “nadie los supera”, etcétera.
Ya varios les ceñían el trono del Torneo Confederaciones que ahora se lleva a cabo en Sudáfrica e incluso le adjudicaban de antemano el Campeonato del Mundo del año entrante a realizarse en ese mismo país africano.
Claro está que la racha de 15 juegos sin perder igualando un récord de la selección brasileña que logró España, fue apoyando esta racha de halagos sin fin.
Sin embargo –cosas del futbol y que por los cuales creo yo, es el deporte más maravilloso y popular del mundo- la selección española se enfrentó en esta semana a la selección de Estados Unidos, equipo de la Concacaf -región muy ninguneada por la “comentocracia” deportiva y a la que pertenece la selección de México- y en un partido muy bien planteado, la selección española fue derrotada por EU de manera clara y contundente, por 2-0 en las semifinales del Torneo Confederaciones en Sudáfrica.
La “comentocracia” deportiva se silenció. Se quedó pasmada. La noticia en los informativos deportivos nocturno de las cadenas nacionales de televisión, simplemente reportaron el hecho de manera escueta, unos cuantos calificativos positivos hacia el futbol de EU, expresiones de sorpresa y punto.
Esa vena crítica y hasta corrosiva que con tanto esmero dedican a la autoflagelación cuando México pierde contra algún equipo de su zona, desapareció al analizar este bueno y claro triunfo de Estados Unidos sobre la poderosa España.
¿Porqué esa actitud de parte de la prensa deportiva mexicana?
Si bien tenemos lazos históricos, económicos, culturales y hasta de sangre con España, también tenemos una provechosa vecindad con Estados Unidos a la que nos unen también lazos históricos, económicos, culturales y hasta de sangre (¿quién no tiene algún familiar viviendo en EU).
Y bien visto, la victoria de EU sobre España debería alegrarnos por el futbol de nuestra zona. Que un equipo de la menospreciada zona de Concacaf haya sido capaz no sólo de jugar de tú a tú con uno de los mejores equipos del mundo –sino que ¡el mejor!-, sino que haya sido lo suficientemente bueno como para ganarle con todos y sus estrellas, es algo que habla bien de nuestro futbol.
Qué bueno que España tenga una selección que marche a buen paso hacia el Mundial 2010.
Pero también qué mejor para México que EU, equipo con el que jugamos en nuestra zona, con el que tenemos vínculos futbolísticos, con quienes compartimos y competimos (y contra quienes vamos a jugar en agosto para buscar un lugar al Mundial de Sudáfrica), destaque de esa manera en torneos internacionales.
Si la selección de EU mejora, nos vemos obligados y motivados a mejorar.
Si España mejora en su futbol, sólo nos podemos alegrar y vitorearlos, pero difícilmente eso nos ayudará directamente a mejorar nuestro balompié.

Lucrar con la desgracia
La tragedia de la guardería Hermosillo, Sonora, ha desnudado de manera vergonzosa las miserias de nuestro país.
El enfrentamiento entre el gobierno de ese estado con el federal, por eludir su responsabilidad y echarse la pelotita uno al otro, es uno de los capítulos más tristes y míseros de la vida política y social mexicana, de los últimos años.
Pero también lo es, la manera en que algunos medios de comunicación han aprovechado para en nombre de la búsqueda de la indagación informativa, escudriñar en el sufrimiento de las familias de los niños muertos en esta tragedia.
La transmisión hasta la saciedad, de los lamentos, las quejas y los detalles del sufrimiento, creo yo, rebasa la necesidad informativa para entrar de lleno en la explotación del morbo para buscar la audiencia y los lectores.

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