miércoles, 15 de julio de 2009

El 2010


La esperada resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el proceso electoral del 2010 en Puebla le mete prisas a actores políticos y a muchos analistas y periodistas.

Los partidos que protagonizarán el suceso electoral del próximo año tienen escasos meses para seleccionar candidatos, plantear su juego, proponer temas y planear su estrategia.

Hay que recordar que se elige a gobernador, pero también al congreso local y a ediles de los 217 municipios.

Los analistas presurosos que aún se pelean por adjudicarse el crédito de quién fue el que mejor vaticinó y con más claridad el triunfo arrollador priista del pasado 5 de julio (incluidos los que sospechaban y anticipaban tenebrosos pactos en los retretes del poder político, entre la federación y los poderes de la entidad), ahora hacen fila para atisbar en las bolas de cristal del futuro político poblano el triunfo seguro del PRI del gobernador Mario Marín y de quien para todos sin excepción es su candidato, el actual secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala.

El llamado proyecto “Z” (designación que para fines de marketing político y por los tiempos que corren, no me parece muy políticamente correcto, pero en fin) parece avanzar presto hacia el reinado poblano de otros seis años.

(En el exceso, más de un priista triunfador atragantado por el festín del 16-0 tricolor, ya estaban promoviendo al gobernador Mario Marín para la grande-grande del 2012)

La borrachera triunfalista (con su contraparte: la cruda derrotista del PAN) del 5 de julio parece no terminar y obnubila no sólo a priistas y panistas, sino también a buena parte de la opinocracia poblana.

Ya dan por descartados a personajes muy destacados del priiismo y que no hace mucho presumían triunfos tan sonados como los que hoy se festejan: por ejemplo la actual presidente municipal de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz; y su antecesor, Enrique Doger. Por mencionar sólo dos.

Estos personajes del periodismo profetizador poblano, ven disminuidos y casi extintos a los panistas, incluso a su mejor “gallo”, el senador Rafael Moreno Valle.
Aseguran que lo que los anteriores mandatarios poblanos Manuel Bartlett y Melquíades, no pudieron hacer - seleccionar al candidato del tricolor a sucederlo-, Mario Marín lo podrá hacer sin dificultad.

Sin embargo, a pesar de la premura del siguiente proceso electoral, creo que aun falta mucho por ver. En este mundo global del siglo XXI, lo que pase a nivel nacional o en el mundo, también va afectar.

A nivel nacional el contundente avance priista va a verse exigido por su copioso electorado, que lo más seguro es que no vea mejorada su economía para dentro de un año. Antes al contrario, si bien nos va, será hasta finales del 2010 que podrá verse reflejado en el bolsillo ciudadano el fin de la crisis.

Puede ser de ayuda que la economía norteamericana entre a una pronta recuperación. Situación que aunque no sin fecha, puede ser antes de lo esperado.

La aprobación de la gestión de Felipe Calderón, basada en la lucha contra el crimen organizado puede mantenerse, pero a condición de que se noten avances de las fuerzas federales. Por desgracia la espiral de violencia no cesa y las bandas de sicarios armados hasta los dientes, siguen apareciendo a lo largo y ancho del territorio del país.

Así pues, a nivel interno y externo, entre los propios partidos y en las mismas entrañas del poder, pueden suceder muchas cosas, puede haber cambios ya previstos o forzados por las circunstancias.

En fin: aún falta que corra mucha agua bajo el puente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario